En la actualidad, Informática y Comunicaciones son dos disciplinas que avanzan y se potencian mutuamente. Resulta difícil establecer una clara frontera entre ambas. En general están presentes de una manera directa o indirecta en casi todas las aplicaciones. Las centrales telefónicas actuales son computadoras digitales y no se puede negar la importancia que la Internet tiene, no solamente en la gestión de las empresas sino también en nuestra vida cotidiana. Este vínculo entre computación y comunicaciones se materializa en la extraordinaria generalización del uso de las Redes.
El advenimiento de Internet significó una verdadera revolución en las empresas, los mercados y la sociedad en general. Los datos y la información podían fluir en forma casi instantánea creando nuevas formas de funcionamiento de las empresas. Surgieron los e-Business y se crearon nuevos modelos de marketing.
Paralelamente el cambio impactó en la cultura y el acceso a los nuevos conocimientos. Las fronteras ya no fueron más las correspondientes a los países sino las impuestas por el alcance de los medios de comunicación a los que tenemos acceso y nuestra capacidad para utilizarlos.
Las innovaciones dieron lugar a un requerimiento creciente de profesionales capacitados en diseñar, desarrollar e implementar sistemas de hardware y software relacionados con las redes de computadoras, la comunicación de datos y la distribución de la capacidad de procesamiento, los mainframe y servidores para su uso en estaciones de trabajo. La Licenciatura en Redes y Comunicación de Datos tiene como objetivo formar estos especialistas.
martes, 10 de junio de 2008
La educación en la nueva era...
Estrategias para una nueva era
Me referiré en particular a los comúnmente llamados “trabajos prácticos” o “monografías” que suponen un rastreo bibliográfico de contenidos específicos sobre un tópico. Este tipo de propuestas, muy comunes en la enseñaza media, han perdido parte de su sentido cuando no han sido modificadas de acuerdo al nuevo contexto tecnológico. Volveremos luego sobre este punto, nos detendremos ahora para preguntarnos qué estrategias desarrollan los profesores para evitar los supuestos fraudes de los alumnos. La diversidad de actitudes depende no solo de la personalidad de los profesores sino también del conocimiento que estos tengan respecto a las nuevas tecnologías. Estableceremos así tres actitudes estereotipadas:
- Actitudes controladoras: en estos casos, los docentes, anticipándose a la “trampa” prohíben el uso de buscadores on line y la utilización fuentes bibliográficas virtuales. Una estrategia similar pero indirecta, consiste en exigir trabajos manuscritos (que supuestamente obliguen a los alumnos a leer los contenidos)
- Actitudes evasivas: los docentes ignoran el recurso y evalúan los trabajos de los alumnos sin considerar las características particulares de las herramientas utilizadas. Efectivamente en estos casos, se sustentan las fantasías de los alumnos que habla de un saber procedimental que escapa a la cultura de sus profesores.
- Actitudes comprometidas: los docentes plantean consignas teniendo en cuenta el tipo de recursos de los que los alumnos disponen. Promueven el uso inteligente de los buscadores de internet y asisten a los alumnos en el uso de las NTIC.
martes, 3 de junio de 2008
LA SOCIEDAD FRENTE A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS.
La sociedad del conocimiento y su incidencia en la educación
Una característica clave del mundo actual es el protagonismo de las nuevas tecnologías. La escuela, inserta como está en la sociedad actual, se ha visto inmersa en el mundo caótico, en la sociedad faústica que genera y se debate entre la posibilidad de incorporar los contenidos tecnológicos y la de rechazarlos; una postura intermedia aboga por incorporarlos mediante los oportunos filtros. La mayor parte de la información actual nos llega de forma analógica: periódicos, revistas, libros. Pero la evolución natural en esta era de la información es la transformación de lo analógico en digital, dominado por las nuevas tecnologías. Gallego y Alonso (1999: 20) señalan, con acierto, que los sistemas multimedia se van acercando más a Internet, hasta el punto de que muchos afirman que el un futuro próximo, todos los multimedia los encontraremos en Internet y se captarán y traerán al ordenador sólo cuando sea preciso
Con respecto a lo que Internet tiene de utopía pueden consultarse diversos autores que preconizan cambios radicales en los centros educativos en los próximos años. ¿Seremos capaces los educadores de adaptarnos a ellos? Las cosas han cambiado tan profundamente que: “hace treinta años la juventud se lanzaba a la calle por un mundo más humano y mejor. Ahora, medio millón de jóvenes inundan la ciudad con una única meta: pasárselo bien” (Gahona, 1998: 236).
Frente al saber tradicional basado en los libros, el saber actual se basa en el hacer, en la praxis, en el comercio y en la productividad, el saber futuro se basarán en el talento, en el conocimiento y en las posibilidades de gestionarlo correctamente. Además los nuevos tiempos exigen contemplar las teorías, la ciencia y los esquemas de comprensión del mundo y del conocimiento, no como sistemas ya hechos y cerrados, sino en su devenir, como algo que se hace día a día, dinámico, evolutivo y desde una perspectiva crítica y hasta escéptica sobre lo que se presenta como obra ya acabada. La gestión del conocimiento pivota esencialmente, en torno al uso de herramientas informatizadas. Ante ello, no cabe “gestionar el conocimiento” sino “gestionar el conocimiento diferente”. Alvin Tofler es quizá el representante más significativo en esta corriente: para él el conocimiento es ampliable infinitamente y más democráticamednte que cualquier otro factor tradicional de poder.
Una característica clave del mundo actual es el protagonismo de las nuevas tecnologías. La escuela, inserta como está en la sociedad actual, se ha visto inmersa en el mundo caótico, en la sociedad faústica que genera y se debate entre la posibilidad de incorporar los contenidos tecnológicos y la de rechazarlos; una postura intermedia aboga por incorporarlos mediante los oportunos filtros. La mayor parte de la información actual nos llega de forma analógica: periódicos, revistas, libros. Pero la evolución natural en esta era de la información es la transformación de lo analógico en digital, dominado por las nuevas tecnologías. Gallego y Alonso (1999: 20) señalan, con acierto, que los sistemas multimedia se van acercando más a Internet, hasta el punto de que muchos afirman que el un futuro próximo, todos los multimedia los encontraremos en Internet y se captarán y traerán al ordenador sólo cuando sea preciso
Con respecto a lo que Internet tiene de utopía pueden consultarse diversos autores que preconizan cambios radicales en los centros educativos en los próximos años. ¿Seremos capaces los educadores de adaptarnos a ellos? Las cosas han cambiado tan profundamente que: “hace treinta años la juventud se lanzaba a la calle por un mundo más humano y mejor. Ahora, medio millón de jóvenes inundan la ciudad con una única meta: pasárselo bien” (Gahona, 1998: 236).
Frente al saber tradicional basado en los libros, el saber actual se basa en el hacer, en la praxis, en el comercio y en la productividad, el saber futuro se basarán en el talento, en el conocimiento y en las posibilidades de gestionarlo correctamente. Además los nuevos tiempos exigen contemplar las teorías, la ciencia y los esquemas de comprensión del mundo y del conocimiento, no como sistemas ya hechos y cerrados, sino en su devenir, como algo que se hace día a día, dinámico, evolutivo y desde una perspectiva crítica y hasta escéptica sobre lo que se presenta como obra ya acabada. La gestión del conocimiento pivota esencialmente, en torno al uso de herramientas informatizadas. Ante ello, no cabe “gestionar el conocimiento” sino “gestionar el conocimiento diferente”. Alvin Tofler es quizá el representante más significativo en esta corriente: para él el conocimiento es ampliable infinitamente y más democráticamednte que cualquier otro factor tradicional de poder.
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