martes, 18 de noviembre de 2008

LA EVALUACIÓN EN ESCENARIOS DE ENSEÑANZA

Al momento de hablar de evaluación, traemos incorporado una idea asociada a esa calificación o nota final, luego de haber realizado un escrito o exposición un oral. Con el tiempo esta idea fue cambiando, ya que los criterios a evaluar son otros, toda calificación debe estar dada por un proceso sistematizado de seguimiento al alumno.

En la práctica evaluativa, nos podemos encontrar con una variada forma de “calificar”. En consecuencia, debemos saber bien ¿qué? y ¿cómo? vamos a evaluar en el momento que se planifique una propuesta de trabajo, donde al finalizar servirá para perfeccionar el proceso de enseñanza y aprendizaje. Y se debe entender también, que las estrategias adecuadas se logran por la coherencia de los recursos a utilizar y el programa de evaluación, propuestos por el docente en su proyecto.

No se debe caer en la rutina de la forma de evaluación, esto quiere decir que se sebe tener en cuenta la observación de múltiples situaciones sucesivas durante el desarrollo de la propuesta de enseñanza y no caer en aspectos e instrumentos de la enseñanza tradicional. Evidentemente nos estamos centrando en las instancias de producción y trabajo colaborativo, donde se debe dar un intercambio y una construcción de conocimientos que formaran parte, sin duda del proceso de evaluación.

La utilización de recursos informáticos en el proceso de evaluación de aprendizaje puede estar dada cuando se implementa el uso de las tecnologías en algún momento del proceso o se desarrolla en forma completa mediante el uso de las tecnologías. Es entonces, cuando hablamos de una modalidad de evaluación formativa o sumativa. La evaluación formativa es cuando el docente va captando sucesos de aprendizaje de los alumnos y adapta acciones pedagógicas para mejorar el resultado. En cambio evaluación sumativa determina un plan de estudio para establecer en qué medida los estudiantes progresan en su aprendizaje.

Como estrategia de evaluación, es muy eficaz el uso de los “portafolio”, que consiste en un elemento muy importante para evaluar al alumno en su desempeño, ya que evidencia los trabajos presentados en forma sistematizada, demostrando la evolución del conocimiento y actitudes frente a la materia desarrollada, donde va a plasmar la forma de reflexionar sobre cualquier tema, aportando su opinión sobre el mismo.

En toda propuesta de enseñanza, la inclusión de los portafolios implica sin duda el éxito de la organización por parte de los alumnos, como también de los docentes ya que representa una colección de evidencias, en forma organizada y sistematizada.

Se pueden determinar 3 tipos de portafolios:

· Portafolios de trabajo: es la colección de trabajos, que actúa como un depósito de las producciones de los alumnos.

· Portafolios de presentación: es para demostrar el nivel más alto de la realización de los trabajos.

· Portafolios de evaluación: sirve para documentar todo lo aprendido por el alumno.

Como problema, que surge por el uso de los portafolios, es que a la hora que el docente tiene que guardar los documentos, se encuentra frente a una sumatoria de papeles que ocupan mucho espacio. Como alternativa práctica es la utilización del formato electrónico, que además de ser un recurso de comunicación facilitador de interacciones entre el alumno y el docente, permite extender los horarios de encuentros.

La elaboración de portafolios a lo largo de toda etapa de formación, le permitirá al estudiante obtener una evidencia más que certifique el proceso de aprendizaje.

El uso de los portafolios electrónicos se ha extendido en los últimos tiempos progresivamente, obteniendo muy buenos resultados principalmente en la Educación Superior, como una valiosa herramienta metodológica.

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